LA CONQUISTA MUSULMANA, EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA
En el 711 los musulmanes en el contexto de expansión por el
mediterráneo, inician la conquista de la península aprovechando las divisiones
internas dentro del reino visigodo. La rapidez se produce por los pactos con
príncipes nativos (capitulaciones). Inicialmente esta península es una
provincia más del imperio Omeya con capital en Damasco (emirato dependiente
711-756). Sin embargo la matanza de la dinastía gobernante y su sustitución por
los Abasidas hará que la Península Ibérica se declare independiente con el emir
Omeya Abderramán I (Emirato Independiente 756-929).
Existen problemas internos: entre clanes dentro de los árabes, la elite invasora; pero también con los bereberes, así como con los deseos autonomistas de algunos gobernadores de las provincias fronterizas. Frente a los cristianos refugiados en las montañas del norte, se darán numerosas razias o campañas de desgaste. Todos estos problemas serán resueltos por Abderramán III, instaurando el Califato en 929, asumiendo también el poder religioso. Es la gran época de esplendor militar y cultural del islam peninsular, siendo su capital Córdoba la más importante del occidente europeo. Los conflictos internos provocarán su decadencia con la muerte de Almanzor.
Abderramán I funda la dinastía Omeya de Córdoba. Carlomagno y Al-Andalus.
Existen problemas internos: entre clanes dentro de los árabes, la elite invasora; pero también con los bereberes, así como con los deseos autonomistas de algunos gobernadores de las provincias fronterizas. Frente a los cristianos refugiados en las montañas del norte, se darán numerosas razias o campañas de desgaste. Todos estos problemas serán resueltos por Abderramán III, instaurando el Califato en 929, asumiendo también el poder religioso. Es la gran época de esplendor militar y cultural del islam peninsular, siendo su capital Córdoba la más importante del occidente europeo. Los conflictos internos provocarán su decadencia con la muerte de Almanzor.
Abderramán III en su ciudad-palacio de Medina Azahara en el siglo X dC.
A inicios
del siglo XI se producen guerras civiles por el trono y la descomposición
en numerosos reinos de taifas, momento aprovechado por los cristianos para
conseguir un avance en la reconquista.
LA CRISIS DEL SIGLO XI. REINOS DE TAIFAS E IMPERIOS NORTEAFRICANOS.
La muerte de
Almanzor supone la decadencia del Califato y la fragmentación del dominio
musulmán por la guerra civil que se desencadena por el trono y que acaba con la
formación de pequeños reinos enfrentados entre sí (las taifas). Es aprovechado
por los reinos cristianos del norte peninsular para avanzar en la reconquista,
facilitado por las luchas internas de los musulmanes, y forzando a estos al
pago de parias y vasallajes. Alfonso VI de Castilla conquista Toledo en 1085,
lo que alarma a los reyezuelos de las taifas que piden ayuda a los imperios del
norte de África, primero a los Almorávides y posteriormente a Almohades, que
logran unificar Al-Ándalus y contener brevemente a los cristianos gracias a su
fanatismo y fervor religioso. En 1212 la Batalla de las Navas de Tolosa,
convertida en una cruzada europea contra el islam, permite acabar con la
resistencia almohade y abrir el paso a la conquista de Andalucía y de Córdoba,
la simbólica capital de Al-Ándalus en 1236.
Únicamente resistirá en la península el reino nazarí de Granada, gracias a la inestabilidad interna dentro de los reinos cristianos, con guerras civiles entre ellos, así como por la ayuda norteafricana, hasta 1492 en que es conquistada la capital a Boabdil por los Reyes Católicos.
El legado musulmán. Córdoba, Granada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario