LOS AUSTRIAS MENORES. CAUSAS DE LA CRISIS DEL IMPERIO HISPÁNICO.
El reinado de los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II),
durante el siglo XVII, es testigo de un progresivo debilitamiento de la
monarquía hispánica. Se inicia la decadencia y se agrava la crisis
económica y bélica de sus antecesores.
El creciente volumen de trabajo y la cada vez más complicada tarea de gobierno del imperio hacen que los monarcas vayan delegando cada vez más sus funciones en personas de confianza. Los Austrias menores delegan su poder en unos funcionarios denominados "validos", que serán los verdaderos gobernantes ej. El Duque de Lerma y su hijo el Duque de Uceda con Felipe III y el Conde Duque de Olivares para Felipe IV son los validos más representativos. En la mayoría de las ocasiones premian a sus fieles y velan por sus propios intereses, enriqueciendo a sus familiares.
La decadencia del Imperio se debe en parte a la débil infraestructura económica de la monarquía hispánica, existiendo un fuerte desequilibrio en el presupuesto, ya que el Estado gasta mucho más de lo que ingresa. También incide en dicha debilidad económica la mala utilización de los metales americanos, ya que lejos de potenciar el sector artesanal nacional que suministrara mercancías a América, se prefiere la importación de productos europeos. Además, a inicios del siglo XVII, se agota el grifo gran grifo de ingresos y comienza a reducirse la llegada de metales preciosos procedentes del Nuevo Mundo.
Para solucionar el problema económico y aumentar los ingresos, en
el reinado de Felipe IV, el valido Conde Duque de Olivares, propone una
reforma del estado eliminando ciertos privilegios a los territorios del Imperio
para que aportaran en mayor medida con el pago de impuestos y soldados y participaran
en el esfuerzo bélico (la “Unión de Armas”). Todo ello provocó la oposición de
ciertos territorios en 1640 como Cataluña “Corpus de Sangre” o incluso supone
la independencia de Portugal del Imperio.
LA CRISIS DE 1640
El fin del pacifismo por los problemas financieros en política
exterior de inicios del siglo XVI, acaba con la llegada al poder de Felipe IV,
cuyo reinado se verá envuelto en la guerra de los 30 años europea (1618-1648).
En este contexto histórico se sitúa el intento de reforma del valido
Conde-duque de Olivares, y en un momento en que la hacienda estatal se
encontraba exhausta. El plan de Olivares, la “Unión de Armas”, pretendía que
todos los reinos de la monarquía hispánica contribuyeran por igual en soldados
y gastos económicos con el objetivo de poder mantener la hegemonía en Europa en
el momento más crítico de la guerra. Este proyecto de centralización contó
desde el inicio con la oposición de distintos territorios en 1640. En Cataluña
se desencadenó el levantamiento campesino del Corpus de Sangre, que contó
incluso con la ayuda de Francia, y que será sofocado por el ejército. Portugal,
bajo el control de los Habsburgo españoles desde Felipe II, consiguió la
independencia al encontrar poca resistencia castellana al estar
inmersa en varios frentes bélicos. La paz de Westfalia 1648 suponía el inicio
de la pérdida de hegemonía de los Austrias en Europa, que se concretará a
finales del siglo XVII
EL ÚLTIMO DE LOS AUSTRIAS. CARLOS II Y EL PROBLEMA DE LA ENDOGAMIA.
Carlos II, se encuentra con un
Estado en bancarrota y con una situación económica dramática, a lo que se añade
el "problema sucesorio" causado por la incapacidad del monarca para
poder procrear, y la inestabilidad que generaba la falta de un heredero y un futuro
claro para la nación.
La endogamia o consanguinidad, es decir la relación y procreación entre
familiares directos, puede tener como consecuencia enfermedades congénitas y
malformaciones en la descendencia. La probabilidad de contraer tales desórdenes
es mayor cuanta mayor relación de familia exista entre los padres
biológicos. Carlos II es el ejemplo extremo de una política matrimonial
endogámica durante varias generaciones de los reyes de la dinastía de los
Austrias. Su imposibilidad de procrear está asociada a dicha política de
enlaces reales.
El Imperio Hispánico, se ve acosado por ello,
por las potencias europeas que deseaban arrebatar la mayor parte de sus
territorios europeos. Con la muerte de Carlos II en 1700, se desencadena
una lucha por la sucesión al trono español, debido al deseo expansionista
a costa de las posesiones hispánicas: la "Guerra de Sucesión
Española" (1700-1713).
Carlos II, el último rey de la dinastía de los Austrias.
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