La sociedad estamental (fuente: Ricardo Rivera CYL)
SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI y XVII.
A nivel de población, el siglo XVI es de crecimiento
en todos los reinos peninsulares.
Durante toda la Edad Moderna la estructura social es
de tipo estamental (la propia del antiguo régimen), dividida en 3
estamentos: dos privilegiados (nobleza y clero) que acaparan las
propiedades y tierras; y otros no privilegiados (campesinos, artesanos,
marginados) que está compuesto por la mayoría de la población, y donde se
incluye la burguesía urbana. Es una sociedad muy cerrada, en la que los
privilegios consistían básicamente en no pagar impuestos y en poseer justicia
propia y más permisiva.
A nivel poblacional, se produce una descenso demográfico en todos los reinos por el aumento de la mortalidad catastrófica (epidemias, guerras…), incrementándose el movimiento desde el interior peninsular, que tiende a despoblarse, hacia las zonas costeras y del norte. Continua la estructura estamental.
La mentalidad de la mayor parte de la sociedad
peninsular, en la que se prima el ennoblecimiento y por ello el rechazo al
trabajo manual por deshonroso, tampoco ayuda al progreso económico.
EVOLUCIÓN ECONÓMICA DE LOS SIGLOS XVI y XVII.
A nivel económico existe un crecimiento en la
producción agrícola y ganadera, debido a la demanda del mercado americano. El
comercio interior se ve obstaculizado por infraestructuras deficitarias y por
las aduanas interiores entre reinos. El comercio exterior adquiere gran
desarrollo por las transacciones con América, sometida a un monopolio comercial
castellano. La llegada de metales preciosos que compensa déficit comercial,
provoca sin embargo desde siglo XVI inflación y subida del precio de los
productos, lo que dificultará la exportación.
Como vimos en sociedad, otro obstáculo al desarrollo
económico es la mentalidad de la mayor parte de la sociedad
peninsular, en la que se prima el ennoblecimiento y por ello el rechazo al
trabajo manual por ser deshonroso.
La crisis de la monarquía hispánica del siglo XVII es
una conjunción de elementos demográficos, económicos y militares. La decadencia
se debe en parte a la débil infraestructura económica de la monarquía
hispánica, que gasta mucho más de lo que ingresa, y a que es Castilla la que
soporta casi en exclusiva el peso de la política exterior. También la mala
utilización de los metales americanos, ya que lejos de potenciar el sector
artesanal nacional que suministrara mercancías a América se prefiere la
importación de los europeos, aunque el encarecimiento de los precios españoles
tampoco favorecía la exportación. Por ello casi todos los sectores económicos
ven un descenso de la producción e incluso la eliminación de sectores
artesanales textiles en el centro peninsular por la competencia exterior.
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